¿Por qué los cines no ofertan precios variables como las compañías aéreas?

Parece que desde el mundo del marketing hay un cierto consenso en que la política de precios variables aplicada por las compañías aéreas, en función de la demanda existente, es muy eficiente ya que consigue maximizar sus beneficios. La pregunta es, ¿por qué no lo aplican otros sectores como las salas de cine?

Veamos cómo está este sector: la semana pasada se ha celebrado de nuevo la fiesta del cine (varios días con las entradas a menos de la mitad de precio de un día normal) con un nuevo récord de espectadores. Y aunque el número de espectadores de las salas de cine españolas está en ligero aumento, en 2015 han cerrado 112 salas.

Público haciendo cola en una de las últimas ediciones de la Fiesta del cine

Me planteo entonces, ¿por qué las salas de cine no cambian su estrategia de precios? ¿por qué no probar con los precios variables como las compañías aéreas? Hay unas cuantas características similares de los cines con respecto al sector aéreo:
  • Casi todos los costes que tienen son fijos (una sala llena o una vacía les cuesta lo mismo)
  • Tienen una demanda elástica, cuando bajan los precios hay un aumento muy fuerte de la demanda
  • Hay un público objetivo oculto, que no se plantea ir al cine por el precio de las entradas, pero que se lo plantearía si estos se redujeran
  • Los ingresos por productos complementarios, como los refrescos o palomitas, aumentarían con el incremento del número de espectadores (además, si el espectador gasta poco en la entrada es más fácil que incurra en otros gastos)
  • El número de espectadores varía según la fecha y la película
Entonces, ¿por qué no sacrificar margen bruto a cambio de aumentar la rotación para conseguir mayores ingresos? ¿y hacerlo con precios variables para maximizarlos? Vuelvo a decir, los costes son en su mayoría fijos, por lo que el aumento de ingresos se traduce en incremento de beneficio. Sé que las productoras de cine obligan a las salas a ciertos requisitos, pero por lo que sé los cines siguen teniendo la libertad de escoger la política de precios que prefieran.

¿Se imaginan? cuanto más nos acercaríamos a la proyección de una película, más cara sería la entrada, dependiendo del número de entradas vendidas para esa función. Eso sí, se mantendrían los precios altos para las películas más taquilleras y para las proyecciones en días señalados, en los que se logran llenos seguros. ¿Cómo lo veis?

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